En medio de la pandemia que afectó gravemente las poblaciones más vulnerables de la ciudad, incluyendo la zona insular de Cartagena y debido a los conatos de pandillas en la isla, el maestro Edgar Ávilan tuvo la iniciativa de crear una escuela de música que permitiera a sus miembros adquirir habilidades que los sensibilizaran en el aprendizaje artístico, la práctica del canto e instrumentos y al mismo tiempo visibilizaran las necesidades de una comunidad que históricamente se ha encontrado en condiciones de abandono. Para lo cual contamos con el apoyo de la Armada de Colombia, entidad que respalda de manera irrestricta el proyecto musical desarrollado con niñas, niños y jóvenes escolarizados y en Universidades, nativos de la Isla de Tierra Bomba y Bocachica, así mismo, se unieron instituciones como el Ministerio de Cultura, Secretaría de Educación y la Alcaldía de Cartagena a través de sus Gestora Social quien ha sido una gran aliada del proyecto.